EXTRAÑOS CORTOS RELATOS

El blog recopilatorio de las idas de pinza de Mortfan1

15 ene 2009

La novia

Por fin, la novia salió. Cuando la vieron, se escuchó un murmullo colectivo. Ya empezaban a temer que se quedarían sin boda.
La muchacha caminaba decidida, oculto su rostro por el velo, sin mirar a los lados, pues temía que su decisión se esfumase en un suspiro. Cuando ya estaba llegando al altar, levantó la mirada y observó a su novio. Era un hombre alto y apuesto. De pelo oscuro y ondulado y ojos azules. Ve cómo la mirada del hombre se clava en su velo, intentando llegar más allá, sonriente y confiado, posesivo, y retiró la mirada contrariada. Puede que sea apuesto, pero desde luego, no es nada discreto.
Su mirada se dirige ahora hacia el bosquecillo a su izquierda y capta algo. Quizá sólo sea un brillo. Observa más atentamente y le parece que hay una persona. Sí, alguien la mira de lejos. El corazón le da un vuelco ¿quién es el desconocido? Apenas puede verlo, pues su cara está totalmente tapada por una capucha blanca, pero acierta a ver el brillo de sus ojos. Es salvaje, fuerte y extrañamente joven. Observa la escena con odio, pero cuando sus ojos se posan en ella, su mirada se torna dulce y triste... y quizás algo más. Un estremecimiento recorre el cuerpo de la muchacha, pero no de miedo. No.
-Muchacha, mira a tu novio. No seas maleducada- la reprimenda de su padre hace que arranque su mirada del hombre desconocido y la pose en el novio desconocido. Qué diferencia entre uno y el otro. Vuelve a girar la cabeza hacia el bosquecillo, pero el hombre salvaje ya no está allí.
-¿Estás nerviosa?-dice el novio, aún sonriente.
Le estaba hablando. Su futuro marido le estaba hablando. Y ella sólo quería mirar el bosquecillo y ver...
-Sí, un poco
-Bien-dijo el novio. Se pasó la lengua por los labios en un gesto sensual- pronto habrá acabado. No debes preocuparte de nada
-¿Podemos empezar?- el sacerdote parece disgustado por la espera, pero a nadie le importa lo que él piense... excepto a él.
-Por supuesto- nunca se ha visto un novio más sonriente. La muchacha es flacucha, es cierto, pero pronto tendrá hijos y se convertirá en una mujer de los pies a la cabeza. Anticipando la noche de bodas, se revuelve inquieto.
Ella vuelve la vista de nuevo. No hay nadie allí ¿Quizá se lo ha imaginado? No. El hombre existe. Pero ya es demasiado tarde...
-¿Y bien?
-Claro, padre.- dice turbada- Disculpe
-Bien, queridos hermanos...

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