EXTRAÑOS CORTOS RELATOS

El blog recopilatorio de las idas de pinza de Mortfan1

31 ene 2009

Diario de un viaje

Hola mi duende,

Nuestra despedida no fue muy glamurosa, he de admitirlo, pero espero que las experiencias compartidas te hayan hecho olvidar ese pequeño incidente y esperes con impaciencia esta carta, que ahora te escribo.
Nunca pensé, antes de ime, que te añoraría de tal modo. Despertarme todos los días sin tu calor, sin tu aroma... es más duro que compartir la cama con las chinches. Parece que en los antro-hoteles que puedo permitirme les pagan por hacernos compañía, cual animadores cutres de momentos perdidos.
He recorrido varias ciudades, sitios donde los sueños se hacen realidad... y también tus más terribles pesadillas. He conocido gente de toda clase y condición... pero ése no es el tema del texto que relato...
En este preciso instante me encuentro en el país de la sofía y el logos, cuna de la filosofía, la democracia, lugar de nacimiento de muchas de las grandes personalidades del mundo occidental... Grecia.
Lo primero que hice al llegar a Atenas fue buscar mi alojamiento. De Munich a Zagreb, en la antigua Yugoslavia, no había encontrado hasta ahora un sitio tan tétrico. Las paredes enmohecidas se extienden por todo el edificio. Un recepcionista con pinta de mafioso de película de serie B me dice el precio de la habitación, mientras masca tabaco. Sudoroso y peludo, me mira como si fuera un trozo de asado y él estuviera hambriento. Pero me temo que mi presupuesto se está agotando, así que no me queda más remedio que aceptar. Una limpiadora, apenas ligeramente más aceptable que el recepcionista, me lleva hasta mi habitación. Es pequeña, estrecha y oscura. Tiene dos camas, una con la sábana bajera y otra con la de arriba. Y una sola almohada. Suerte para mí, uniendo el suministro de ambas me quedo con un camastro poco más que decente. Abro la puerta de la terraza y, frente a mí, un enorme cartel de neón, que muestra una silueta femenina e insinuante a modo de bienvenida a un cine de clasificación X. En ese momento recuerdo el film que vimos la noche del 23 de agosto, en el cine al aire libre que hay en el parque frente a casa ¿Recuerdas? Abierto hasta el amanecer, una extraña historia que mezcla bandidos y vampiros con strippers. Me sentí como si formara parte de la película estando en aquel hotel.
Salí de allí, ligeramente mareada, y recorrí las calles de la urbe. En algunas de esas calles pasearon esos grandes hombres... y estoy segura de que también grandes mujeres, aunque no tengamos noticias de ellas. Vivo la noche ateniense con expectación... y con un ligero temor por mi vida, cada vez que cruzo una calle. Pero tú sabes que eso me motiva y, la verdad, me he llevado muy buena impresión.
Nada más de momento, mañana salgo a hacer un recorrido por el Peloponeso. Corinto, Micenas, Delfos, Olimpia... grandes ciudades de la antigüedad están esperando a que llegue. Estoy impaciente por descubrir sus secretos. Es posible que ahí, al fin, encuentre mi alma y pueda regresar a casa.
En cada uno de ellos pensaré en ti y lamentaré que no te encuentres a mi lado para disfrutarlo, pero te prometo que lo que allí experimente se impregnará de tal modo en mí, que la próxima vez que me veas, la próxima vez que me toques, tú también sentirás lo mismo que yo sentí.
Te quiero mi duende
Un beso

5 comentarios:

Reithor dijo...

Ole. La idea de extraer una parada en un viaje fugaz y expresarla así, para que todo el mundo pueda ponerse en situación (los detalles justos para identificarse), le da el duende que el título aporta, un misticismo de una ciudad (al menos para mi) desconocida pero que nos podemos imaginar que un barrio así debe haber.

Mirate esos dos "apenas" casi seguidos, que desconcentran.

Como no quiero parecer un maníaco-obseso de internet ni nada parecido, hoy lo dejo aquí. Un día de estos más :) Un abrazo, mucho ánimo y no tires la toalla porque no se pase mucha gente por aquí, pregona :) Al final acaba entrando gente.

mortfan dijo...

Solucionado el problemilla que comentaste. La verdad, estas cosas las escribo tal cual me vienen a la cabeza y, normalmente, ni las releo. Pero tienes razón, ahí quedaba redundante.

Reithor dijo...

si, yo escribo igual, empiezo a teclear y ale... luego da pereza releer. Uno se siente mejor con el "ahí queda eso" que repasando :)

Hasta luego!

mortfan dijo...

Sí, pero es bueno hacerlo, para evitar errores como éste. Estoy segura que muchos más se me habrán pasado... pero bueno, poco a poco.
Por cierto, esa calle existe de verdad. Yo estuve ahí, en esa habitación de hotel. Nunca había dormido peor en toda mi vida...

Reithor dijo...

mmm Si te cuento los hoteles que hay en Rumanía igual recordabas con cariño el de Zagreb :)