EXTRAÑOS CORTOS RELATOS

El blog recopilatorio de las idas de pinza de Mortfan1

21 dic 2008

Un día cualquiera...

8 a.m. Suena el despertador. Tengo que sacar a los perros a hacer sus necesidades... pero se está tan bien en cama... Estás calentito aquí, entre las sábanas. Ellas no te juzgan ni te preguntan. Ellas sólo están ahí para que tú estés entre ellas, calentito... Así con la luz medio en penumbra podría quedarme toda la mañana, toda la... si sólo pudiera... quedarme así...
Mierda, están llorando. Tienen que bajar. ¿Sería tan malo que se mearan en casa? Con limpiar luego... Estropearán todo el suelo y apestará la casa a pis, no es buena idea. Está bien, a ver... fuera de la cama. Así, una pierna, ahora otra pierna... joder, nunca pensé que fuera tan difícil ponerse un pantalón. Una zapatilla, la otra... Una chaqueta, hace frío en el mundo exterior.
¡Esperad chicos! Primero tengo que mear. Me siento en el inodoro y llevo a cabo mi ritual mañanero mientras los perros esperan impacientemente a que termine. Ahora lavarse las manos y a comer algo. Entro en la cocina. Veo los cacharros sucios y los restos de comida de una semana esperándome en el fregadero. Qué aburrimiento, siempre lo mismo. Si sólo lo hiciera todos los días no tendría que fregar tanto... pero...
Abro una puerta y cojo... cojo... vaya, no hay ninguna taza limpia. Bien, da igual, tampoco tenía hambre. Recuerdo aquellos desayunos de nesquik con leche, zumo de naranja y tostadas. Estaban ricos ¿por qué dejé de tomarlos? Ahora ya ni siquiera siento el hambre, aunque no coma nada hasta media tarde. Si tengo comida, como. Por comer. Sin embargo, no he adelgazado ni un kilo. Tengo mala constitución... En fin... Venid aquí que os ponga la correa. Sentados. Muy bien. Cojo las llaves y nos vamos.
Bajo las escaleras con ellos y salimos a la calle. Pis aquí, pis allá, una vuelta a la calle para desahogar un poco los ánimos. Ya está. A casa.
Mmmmmmmmm. Qué bien se está en casa. Entro en el salón a beber algo, no sé por qué la bebida está en el salón... Ah, es verdad. Tony vino la semana pasada y dejó ahí la botella. No sé cómo estará el agua... Huele mal. Ah, qué asco. Vuelvo a dejar la botella en la mesa, entre las cajas de pizza y las tazas sucias. Mira donde estaban... Luego lo recogeré. Sí. Luego. Ahora, voy a meterme otro poco en cama. Aaaaaaaah, tengo tanto sueño...

14 p.m. Me están llamando. ¡Hola! Sí, acabo de llegar... ¿Comer fuera? No sé, no me apetece mucho. No seas pesado, no me apetece... Bueno. Vale. A las 14.30 nos vemos.
14.15 p.m ¿Hola? Oye, no puedo ir. No, no me encuentro bien. Me duele la cabeza... Bueno, si siempre me duele la cabeza no es mi culpa, lo sufro yo ¿sabes? Quedamos otro día, pasadlo bien. Venga. Chao.
Se ha cabreado. Es normal, últimamente no quiero quedar nunca, pero es que salir de casa... ¿para qué? Realmente ya nada me llama la atención, ni siquiera pasear con los perros. Antes me gustaba andar con ellos, disfrutaba. Ahora ya sólo los saco porque es necesario... y a veces. He de admitir que deberían hacer más ejercicio, pero yo no puedo. Me agota sólo pensarlo. Me siento culpable, porque es mi responsabilidad. Nada sale como debería, todo se fastidia... o más bien lo fastidio. Nada es como debiera... Nada...
18 p.m Venga chicos hay que salir a dar una vuelta. Venid aquí que os ponga las correas... Sentados. Muy bien. Debería adiestraros más ¿verdad pequeños? Sí, pero no encuentro tiempo... me da pereza... como todo. Bueno, vamos. Andamos durante una hora, el mismo recorrido de siempre con variaciones. Si un día voy por la izquierda al siguiente voy por la derecha. Antes me gustaba buscar nuevas rutas alternativas, pero hace tiempo que no lo hago. Total, lo importante es que anden y hagan ejercicio. Total, tampoco hay muchas alternativas en esta ciudad. No vale la pena.
Ya llegamos a casa. Bien. Tomad la comida. Es curioso que lo más arreglado y lo que tengo mejor en casa sea lo de los animales. Tengo que darle también a las gatas. Hola mis niñas, mirad lo que tengo. Pero no seais brutas, trepando por mis pantalones... Se me escapa una sonrisa viendo los saludos entre los perros y las gatas, son rituales que nunca me cansaré de ver. Pero en cuanto ven la comida en mi mano, ajajá, ahora sólo tienen ojos para mí... Todos ellos.
Bien, ya estais todos servidos. Ahora a descansar... Mmmmmmm, qué bien se está en el sofá.
Bueno, zapping, zapping, zapping... No echan nada en la tele, madre mía, qué aburrimiento. Se me están incluso cerrando los ojos... Mmmm...


¡Mmmm!¿Qué hora es? Oh, las 2 a.m. ahora no tengo sueño ¿cómo he podido quedarme dormida? Bueno, da igual. Me pondré una película... cualquiera, no me apetece nada en realidad, pero hay que hacer sueño...

5 a.m. Vaya, mira qué hora es ya. Tengo que irme a la cama, si no mañana no conseguiré levantarme para sacar a los perros. Miro a mi alrededor y veo ropa sucia, platos sucios, desorden por todas partes... No puedo vivir así maldita sea, ¿es que no puedo moverme?¿por qué coño no consigo hacer nada? Siempre que me voy a poner algo me tira para atrás y acabo no haciendo nada ¡soy una inútil! ¿por qué tendré que seguir en esta vida? ... No, ni siquiera pienses eso. Que hayas tenido un bajón y se te hayan saltado las lágrimas no quiere decir que estés acabada, que tu vida ya no sea importante ¿o es que ya no quieres nada? ... Ya lo pensaré mañana. Mañana será otro día. Mañana harás cosas. Mañana harás todo lo de la casa y buscarás trabajo. Mañana. Sí, mañana.
Buenas noches

8 a.m. Suena el despertador. Tengo que sacar a los perros a hacer sus necesidades. Pero se está tan bien en cama...

12 dic 2008

Natillas con caramelo


Enciendo la cocina con cuidado y pongo un cazo con tres cuartos de litro de leche en él, menos una taza. En la taza de leche que me sobra voy deshaciendo el sobre de las natillas(las de huevo no me sientan bien, así que ni me lo planteo), poco a poco. Los grumos se van deshaciendo mientras la leche se calienta. Añado cuatro cucharadas de azúcar a la leche caliente y oigo el gorgoteo que hace cuando se disuelve con una sonrisa. Son esas cosas que no entiendes hasta que te las explica tu padre, con una sonrisa y un pensamiento: "ojalá todo fuera tan fácil en esta vida". En una sartén, otro puñado de azúcar que se va derritiendo hasta convertirse en caramelo y la taza de natillas desleídas ¡a la leche hirviendo! Pfffffffffffssssssssssssss!!!!!!!!!!Remover y remover durante un par de minutos. El olor a natilla se esparce por toda la casa y ¡cuidado con el caramelo!¿Se está quemando? Hay que removerlo un poco para que no se pegue. Y ya está. Me siento como cuando era niña y las hacía con mi abuela. Por desgracia eso no se repetirá, pues aunque ella vive, su mente ha muerto por causa de la enfermedad que te hace creer más joven que tus nietos.En cuanto se enfríen podremos tomar natillas con caramelo. El sofá, una manta... y las natillas. ¿Qué más se puede pedir?

Comentarios

Muchos de vosotros me habeis llamado la atención: "Apenas actualizas ¿Cuándo pones nuevos textos?" Os agradezco mucho que me leais pero, por favor, si os gusta o si no, dejad un comentario. Si no yo no sabré que entrais y para escribir para mí no me estreso demasiado...
Muchas gracias